- Abordaremos el lenguaje que refuerza y alimenta la relación con nuestros hijos y alumnos y aquello que lo daña.
- Desarrollaremos el lenguaje de los sentimientos y necesidades.
- Diferenciaremos entre observaciones o hechos y evaluaciones o juicios.
- Distinguiremos entre pedir y exigir.
- Analizaremos como manejar el poder.
- Profundizaremos en el efecto del castigo.
- Y nos entrenaremos en esta vital herramienta de la empatía.
El lenguaje de la Comunicación No Violenta nos invita a tener relaciones bondadosas y enriquecedoras tanto en la familia como en el aula. Privilegiando la expresión de sentimientos y de necesidades, nos invita a mostrar nuestra vulnerabilidad y a hacer de esto un elemento de fuerza.
- ¿Cómo comportarse con un niño de dos años que no para de quitarle los juguetes de la mano a otros niños?
- ¿Qué decir a un niño de cuatro años que tiene una crisis de rabia cada vez que su hermano pequeño llora?
- ¿Cómo hablar a un adolescente para que estudie?
- ¿Cómo abordar con un hijo de catorce años las tareas de la casa?
- ¿Qué hacer cuando te hablan con falta de respeto?
- ¿Cómo reaccionar cuando un hijo o alumno no dice la verdad?
Descubriremos aquello que crea conflicto, tanto a nivel externo en las relaciones con las personas que nos rodean, como a nivel interno con nosotros mismos, y trabajaremos con las herramientas que propone la CNV para resolver este conflicto con respeto, empatía, escucha y amor.
La práctica de la Comunicación No Violenta consiste en acoger los pensamientos y hábitos poco positivos, con compasión y sin juicios morales, al mismo tiempo que se aprende a vivir la vida de manera más gratificante.